viernes, 3 de febrero de 2017

TE REGALO UN SUEÑO

















      Llevo muchos días sola en mis noches. Antes, algunos rayos de luz entraban por mi ventana y me arropaban en mis sueños. Hoy esa luz me enseña como mi cuerpo inmóvil cada noche tirada entre sábanas frías dan vida a mi muerte.  Artificiales pastillas me obligaban a soñar rancios pensamientos que durante el día se apoderan de mi persona de mis palabras. Noches eternas en vela en busca de una explicación que jamás vino a aclararme mi dolor.  Marioneta sin hilos guardada en un viejo dormitorio silencioso y abandonado. Cama sin compasión no me ayuda a descansar. Mi voz grita en silencio, palabras mudas tan pesadas de dolor que apenas de mis labios se asoman para romper este silencio.

      Morfeo me abandonó hace tiempo, me susurró al oído que le he intentado robar sueños. Que jugué con falsas esperanzas creyendo que durante el día podría vivirlas. Me dijo que por qué le quité los sueños al amor de mi vida. No supe que decirle no entendía nada. Hoy y cada noche me doy cuenta de que aquel que junto a mi todas las noches me decía hoy te buscaré en tus sueños. Ese que me abrazaba tan fuerte cuando acababa el día. Lo hacía porque le dolía que por las noches volase en busca de los sueños de otra persona. No me daba cuenta de que cada amanecer su almohada húmeda estaba..

      Aquí tirada, el tiempo pasa más lento. Imágenes antes borrosas ahora las veo claras. Fotogramas de mi destino machacan mi cabeza inundando mis ojos con lágrimas sinceras. Aquellas que durante todo este tiempo pasado se ocultaron dentro muy dentro de mi cuerpo. Sola sin saber cómo hacerle reír a mi corazón. Busco de entre las sábanas esa mano que se deslizaba por mi espalda, relajándome e invitándome a entrar en un profundo sueño, pero esas manos como mis suspiros han desaparecido. Recuerdo a lo lejos su aliento que me daba calor, su respiración iba al compás de mi corazón. Su voz era lo último que escuchaba… cuánto lo echo de menos. Teniéndolo todo me doy cuenta de que no tengo nada. Egoísta quiero ser, caprichosa deseo estar, pero las noches no entienden de egoísmos ni de falsos sueños. Sólo te da la realidad para que no duermas y recuerdes una y otra vez con un maldito bucle la historia de tu vida.

       Ya es tarde muy tarde y siento como mi cuerpo se aprieta contra mi cama, es raro hoy es diferente, no puedo mover mis manos, mi cuerpo no responde a mis órdenes. Mis lágrimas que aún se deslizan por mi cara se están evaporando. Mi corazón se acelera, no sé qué me está pasando. Tengo miedo, no puedo gritar ni decir ni una palabra. Los parpados me pesan. Todo a mi alrededor calla.

      Siento que algo me aprieta por las espaldas, un calor me traspasa, un débil viento mueve mi pelo y suaves caricias como plumas de terciopelo me arropan y me dan esa paz que nunca antes ni soñaba. No sé que pasa, no puedo hablar ni moverme ni nada. Pero algo me tranquiliza sé que es él que desde sus sueños viene buscándome como cada noche me decía. Sin palabras me habla, sin manos me abraza.  

              Eres tú mi vida?...... no me dices nada mi Ángel de la guarda?.... una voz conocida me susurra al oído…....”Te regalo un sueño, uno de aquellos que no me robabas… te lo guardaba porque sé que esta noche tu alma lo necesitaba…”  

      

miércoles, 25 de enero de 2017

LA TIERRA VISTA DESDE LAS ESTRELLAS












V. Concurso de literatura infantil ciudad de Jaén
2016-2017

(Escrito por Álvaro Torres Ródenas)

           
      Cada día, como era habitual, Zerg estaba envuelto en su cama porque no le gustaba madrugar, tenía que ir al colegio, su madre le repetía una y otra vez que iba a llegar tarde.

      A Zerg le encantaba ir al colegio, porque le gustaba jugar con sus compañeros a las antenas encadenadas, era divertido ver como cientos de lucecitas de colores revoloteaban a su alrededor. Su asignatura favorita era la de cómo montar en nave, porque su sueño era viajar hacia la Tierra.

  Pero en realidad, lo que más le entusiasmaba era cuando llegaba a casa, porque jugaba con su robot favorito y podía montarse en la nave de su padre.

      Cuando caía la noche Zerg se preparaba para ver las estrellas, le encantaba ver el planeta Tierra, donde quería viajar, lo contemplaba durante mucho tiempo y escribía sus características en una hoja.

      Un día de verano, los padres de Zerg le propusieron viajar hacia la Tierra, él por supuesto le dijo que sí. ¡ Desde ese día comenzaron los preparativos para iniciar el viaje rumbo a la Tierra!.

      El 30 de Junio de 2016 despegaron hacia el planeta. En el viaje tuvieron algunas turbulencias, pero al fin llegaron sanos y salvos. Cuando iban a aterrizar tomaron tierra en un lugar repleto de flores amarillas, rojas y violetas…., Zerg cogió tres de color violeta y le dio dos a sus padres, él estaba muy emocionado y contento a la vez.

      A lo lejos vieron a un niño emocionado pero también asustado ¡era de la Tierra!, él se llamaba Diego, tenía la misma edad que Zerg. Era alto y moreno, estaba emocionado al contemplar la inmensa nave del padre de Zerg y a la vez asustado por si le atacaban, pero sus piernas no paraban de correr hacia la nave ¡él no podía controlarlas!.

      Cuando Diego llegó a la nave. Zerg se quedó sorprendido porque nunca había visto a un ser humano, Zerg y Diego empezaron a hablar de sus planetas mientras que se acercaban a la ciudad. Cuando llegaron Zerg estaba asombrado porque nunca antes había visto aviones, coches, edificios….

      Diego llevó a Zerg a su casa, en ella sus padres tenía miedo por Diego le explicó que era un  amigo que había venido del planeta Marte. Entonces sus padres se empezaron a calmar. Diego le enseñó qué era una televisión, un móvil… para qué servía cada cosa ¡Zerg no paraba de sorprenderse!.

      Un día Diego llevó a Zerg a la escuela, Zerg tenía un poco de vergüenza porque nunca antes había conocido a tanta gente.

      Diego le propuso a Zerg ir a jugar en la feria con sus amigos. En la feria había un montón de niños y de niñas que estaban jugando en todas y cada una de las atracciones que había allí. Zerg y Diego probaron una que se llamaba “El Sapito Loco”, en ella una máquina no paraba de subir y bajar dando vueltas. Luego se montaron en otras llamadas “La Barca, Los Coches Locos, El Martillo…” allí se compraron chucherías y Zerg cogió dos de cada tipo, ¡tardó 30 minutos en comerse todas las chuches!, luego dijo que estaban deliciosas.

      Cuando llegaron a casa jugaron a la PS4 y se divirtieron muchísimo jugando al Fifa-16… al terminar la madre de Diego preparó una merienda en la que había unos pastelitos que Zerg se los tomó con mucho gusto.

      Al caer la noche Zerg ya tenía que irse a su planeta Marte, Zerg estaba triste porque se lo había pasado muy bien con Diego jugando y hablando. Zerg mientras se despedía por la ventana de la nave lloraba tanto como Diego, porque había sido una experiencia única.


Colorín colorado este cuento se ha acabado….

viernes, 20 de enero de 2017

ESCONDIDO















Envuelto en el tiempo…falsa cuna que no me da sueños… sólo recuerdos. Me mecen al compás de un viento gélido y seco. Telarañas de pensamientos enredan y atrapan mi cuerpo, maniatando mi corazón. Telarañas transparentes  juegan conmigo en el azar del olvido.

     Así me siento yo tras esta nube que me impide verla. Escondido y sin apenas calor que da mi ya débil luz. Traicionado  y engañado me siento, la tristeza vino por la noche cuando yo no estaba, cuando mi tenue luz se despedía de ti dejando mi calor que te arropaba en la fría noche. Dejándote soñar para cuando despertases a la mañana yo te esperaba brillante y reluciente otro día más. Nunca te fallé, jamás falté a la cita, siempre estuve a tu alrededor velando por ti, alimentando este amor incondicional. Te di la vida…. Te vi crecer, jamás dejé que mirases al suelo. Recuerdo cuando no parabas de mirarme y te alzabas intentando tocarme y no podías, no me importaba porque en realidad yo era el que todos los días te abrazaba y conseguía sacar todos tus colores. Muchas más a tu alrededor, pero como tú ninguna y por eso me fijé en ti. Nunca te hablé, nunca me viste reír y jamás llorar. Como te echo de menos mi pequeño amor.

     Días grises y oscuros no te dejaban verme, maldigo el mal tiempo que poco a poco te separaba de mí. Esos días fueron los culpables de que ya no quisieras verme. Lentamente como los segundos de un reloj todo poco a poco se terminó. Falsas ilusiones sujetaban a mi castillo de naipes. Ya no me mirabas como antes y sentía que ya no me amabas como el primer día que me viste. Sí aquel día aun lo recuerdo, nunca te lo dije pero me sacaste de esa rutina diaria y monótona. Aun siento el primer rayo de luz que acarició tu cara.

    Un día supe que algo pasaba, perdiste las ilusiones apenas tus ojos me hablaban, frio sentía cuando te abrazada. Lentamente te alejabas. Todos los días una despedida te daba. Hoy supe que mi luz y calor ya no deseabas. Me dijeron que por la noche de entre todas, tú y solo tú alzabas la vista y te erguías  tan alta y esbelta que tus palabras mudas a otro lugar llegaban. Otra luz fría y húmeda por la noche te esperaba. Ahora entiendo como tus palabras bonitas, tus deseos y tus ganas por el día te las guardabas. Era en esas noches cuando yo no estaba, eran cuando más te amaba porque mis ojos te lloraban y mis largos brazos no te abrazaban.

      Ya no escucho melodías, ya no oigo voces, ya no sabrás lo que siento. Te dejé un recuerdo lleno de luz que tú vaciaste y apagaste de la noche a la mañana. Maldito aquel día que amanecí antes y te vi, coqueta y deseada. Mirando al cielo jugueteando con el rey de la noche, dueño de la oscuridad, lucero de tus sueños. Sentí que yo no era tu amor, pero entendí que el amor cuando más se siente es cuando no se puede dar, que los abrazos eternos son esos que eternamente se tienen en un recuerdo.

          Con palabras mudas me despido de ti, mi Girasol….


Siempre te recordará, tu Sol…