lunes, 6 de enero de 2014

Susurros al Corazón











Extraño es el tiempo cuando pasan los meses incluso años y vagos son mis recuerdos. Busco y rebusco en el fondo de mi mente y veo sólo imágenes cubiertas de un oscuro y frío olvido. Mucho tiempo le he hablado al silencio, fríos abrazos al aire he dado. Demasiadas lágrimas derramé que borraron mis recuerdos. Muchos ruegos ocultos en mis plegarias a ese Cristo crucificado sin nombre le recé.  Llegando a un pacto que aún cumplo.

Mi memoria se esconde en el humo de un cigarro. No dejé buenos recuerdos como tú. Decidí juntarlos con los malos recuerdos y los tiré al océano del olvido. No me hacen bien.

 No hay marcha atrás, no se puede cambiar mi promesa. Ahora no tiene sentido. He ordenado a mis manos que no escriban en pasado. Quiero que me cuenten lo que veo y no lo que los recuerdos me decían. No puedo como tú soñar cuando duermo. En mis noches no existen esos sueños ni hay pesadillas. Mi mente no inventa paisajes que mezclen la ficción y lo que supuestamente nuestro subconsciente quiere que sea real. Pesadillas son cuando al despertar tú inevitablemente recuerdas un tiempo atrás. Tu tiempo que te hace cerrar los ojos y revivir esas secuencias con los personajes que ese día a tu lado estaban. Y yo jamás podré estar. Nudos en tu garganta, sonrisas ocultas en tus ojos te delatarán.

Yo  sin embargo por esos caminos que hoy quieres caminar al recordar. Lo siento junto a ti no puedo estar. Será vivir tu recuerdo y yo hace tiempo dejé de mirar hacia atrás. Quizás sea egoísta. Me da igual, tal vez mi egoísmo nunca a tu corazón dañará.

Silencio.. me encuentro en mi silencio. Mis labios esta noche descansan, mis ojos parpadean muy lentamente y mis dedos mientras tanto como los de un pianista sobre un piano acarician más que golpean el teclado de letras, que con suavidad dibujan en una hoja en blanco un lugar donde en noches como estas visito. No inventan sino imaginan y dicen lo que de mis labios de ningún modo te dirán. Y sin poner mis pies en el suelo me iré a un mundo de nunca jamás.

Lo siento, pero este paseo solo estaré. No quiero que vengas no debo cogerte de la mano y enseñarte ese rincón. Ahí guardo mis tristezas junto a mi dolor. Me gusta venir de vez en cuando para recordarme que un día me arrodillé y perdí la fe en mí.

Me preguntas que pienso cuando mi silencio te hace mirarme. Me dices que veo, cuando mis ojos fijos miran sin mirar. Frío sientes cuando me abrazas a éste cuerpo inerte.

 Susurros sin aliento para el corazón. Lágrimas secas en los ojos. Caminos sin destino para los pies. Dedos perdidos en hojas en blanco. Así me siento cuando cada vez  recuerdes tu pasado. Porque nunca me veras.


Silencio….. ahora todo está en calma…